Gay

Rusia contra los Gays

Estos sucesos acontecieron hace seis años, aproximadamente. Sin embargo, consideramos que es de suma importancia recordar lo ocurrido, ya  que no se ha sabido nada más al respecto. Se desconoce que fue de las vidas de esos más de 100 hombres homosexuales encarcelados en un campo de concentración para gays, en Rusia, en la segunda década del Siglo XXI.

Campos de concentración gays en Chechenia

Se destapó la noticia de que Chechenia, Rusia, tras la detención de más de 100 homosexuales, había construido un campo de concentración con estas personas y, lo más terrible de todo, fue que los países del primer mundo no hicieron nada para detener este Holocausto del Siglo XXI, es decir, lo aceptaron, lo permitieron, no hicieron nada y lo callaron. 

Cuando se dio a conocer esta noticia en abril de 2017, pareció que los medios de comunicación le restaron importancia.

Hubo amenazas en contra de quienes divulgaron la noticia.

A partir de los reclamos de las familias de los más de 100 detenidos y desaparecidos, solo dos periodistas del periódico “Novaya”, decidieron jugarse la vida al publicar que el Estado había construido varias cárceles secretas, en las que torturaban y asesinaban a hombres homosexuales, por el simple hecho de ser homosexuales.

Los periodistas, también habían puesto en peligro las vidas de sus familiares y amigos, ya que habían despertado el odio de los fanáticos religiosos chechanos, quienes asesinaban en la calle y en cualquier parte, a todas las personas que se atrevieran a mencionar la palabra “homosexual”.

Los campos de concentración del Siglo XXI

Lo que sabemos al respecto, ha sido gracias a que algunos jóvenes gays que lograron escaparse, no solo de estas cárceles, sino también de sus propias familias, ya que la única forma de que les dejasen “salir” de estas cárceles, era con el permiso de sus familias, quienes al firmar la autorización para que salieran, también estaban aceptando que los mataran para no avergonzarlas.

Testimonios.

En Chechenia esos campos de tortura y asesinato continúan abiertos y funcionando. Lo hemos sabido gracias a algunos pocos testigos que han sobrevivido y lograron escaparse a Estados Unidos, en calidad de asilados políticos.

Estos son algunos de los relatos:

“Me desnudaron. Uno lo grabó con su celular. Tres de ellos me pegaron, me patearon y me rompieron la mandíbula. Me dijeron que yo era gay y que malformaciones así no tenían sitio en Chechenia”.

“Me enterraron en el pecho los fierros de una pistola táser. Fue muy doloroso. Aguanté lo más que pude hasta que me desmayé”.

“Todo el tiempo querían conseguir información sobre mí y mi familia. A veces sólo se divertían. Nos llamaban animales, no humanos, y se carcajeaban cuando nos aseguraban que nos íbamos a moriríamos allí, porque ni siquiera nuestra familia quería saber nada de nosotros”.

“No tengo la menor duda de que mi propia familia quería matarme. Era una invitación a ser ejecutado”.

Cuando logramos el asilo en América, no dejábamos de preguntamos ¿por qué los gobiernos mundiales no detenían este nuevo Holocausto? Nos dimos cuenta de que estaban apoyando a Rusia con este nuevo genocidio, apoyando el exterminio de la homosexualidad”.

Reacciones fuera de Rusia.

Los políticos de todo el mundo les han dado la espalda a este grupo de homosexuales, que ha ido en aumento, ya que nos cuentan que cada semana ingresaban a dos o tres más, en cada una de las cárceles.

Lo único que se hemos podido hacer es movilizarnos por las redes sociales, lanzar permanentemente peticiones para que las firmen la mayor cantidad de personas conscientes de que torturar y asesinar a jóvenes por el simple hecho de parecer o ser homosexual, es algo que la humanidad no debe permitir nuevamente, después de la experiencia de los judíos.

¿Qué ha pasado en México al respecto?

En México hemos vivido este tipo de situaciones, cuando algunos familiares han “internado” a alguien de nuestra comunidad, siempre en contra de sus Derechos y de Voluntad, en los llamados ECOSIGS (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género), que afortunadamente el Senado de la Nación con la Senadora Paty Mercado al frente, aprobaron el Dictamen que reforma el Código Penal Federal y la Ley General de Salud, para prohibir y sancionar plenamente las Terapias de Reorientación Sexual.

La propuesta, que aún tiene que ser aprobado por la Cámara de Diputadas y Diputados,  adiciona, al Código Penal Federal, el Capítulo IX denominado “Delitos contra la Orientación Sexual o de la Identidad de Género de las Personas”, y un Bis, al Artículo 465 de la Ley General de Salud.

Una vez que esto se apruebe se sancionará con dos a seis años de prisión y multa de mil a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género de una persona.

Y las sanciones se vigorizan bajo diferentes situaciones que tienen que ver con el tipo de participación que haya tenido un familiar, y la edad o condición de vida de las personas involucradas, o si se trata de alguna persona, que sin ser familiar, haya restringido el Derecho a la Libre Expresión de otra u otras personas.

Necesitamos que estos agregados sean aprobados para que entren en vigor y podamos recuperar un pedacito más del aire que nos han prohibido respirar ampliamente, a todo pulmón.

¿Conoces a alguien que haya estado raptado en algún ECOSIG? ¿Qué opinas al respecto de las acciones que está haciendo Rusia? ¿Qué piensas de todo esto?

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