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Charla con Juan Jacobo Hernández

2a. y última parte.

Josué Quino.

Actualmente Juan Jacobo Hernández se encuentra de gira por toda la República Mexicana presentando “Locabulario”, el segundo de los libros que conforma la Colección Arcoíris, editado por Colectivo Sol, siendo el primero “Voces del Otro”, ambos ya presentados en Querétaro.

Haciendo una breve pausa en esta emocionante gira, y atendiendo a una certera invitación de Aníbal Gámez, coordinador del “ 13 Encuentro Internacional de Diversidades”, Juan Jacobo se presentará en este, dictando la conferencia: “Historia del Movimiento LGBT en México y Querétaro”, a las 18:00 horas en el Museo de Arte Contemporáneo.

En esta conferencia, que aunque no está indicada como “Magistral”, estoy más que seguro de que lo será. Al escuchar a Juan Jacobo Hernández Chávez, pionero del Movimiento de Orgullo Homosexual en México, podremos conocer o re-conocer las historias, los sentires, los temores, las alegrías, lo amores y mil cosas que iniciaron hace más de 45 años.

Por lo pronto esta es la segunda y última parte de nuestra charla con Él, para arcoiris.city

¡Disfrútenla!

Juan Jacobo leyendo el manifiesto de la 1a. Marcha de Orgullo Homosexual en 1979

AM, una querida compañera feminista que está presente durante la entrevista, le pregunta acertadamente: – ¿Hay un movimiento político, a lo que había anteriormente?

JJH.-  No. Yo creo que hay una pulverización, de los esfuerzos. En mi opinión también de la eficacia de los esfuerzos. Antes, como todo era novedoso: el abordaje de la homosexualidad, la vociferación, las consignas eran totalmente novedosas y rompían madres. ¡“Lesbianas y homosexuales estamos en todas partes”! Abusados, estamos en todas partes. Estábamos en las fábricas, en los hospitales, en las iglesias, en el gobierno. Las consignas eran muy poderosas: “No hay libertad política, si no hay libertad sexual”, ¡es una consiga de los 70´s! Y ahora las ves medio hueconas, resuenan de manera diferente las consignas, por el contexto, por todos los elementos que no teníamos antes. Ahora hay mucha más facilidad de comunicación de tener un teléfono. ¿Cuándo ibas a pensar que ahora la señora de las tortillas iba a tener su propio teléfono recibiendo pedidos? El futuro nos alcanzó. Toda la tecnología vino a revolucionar y nos hizo más huevones.

JQ.-    Entonces, ¿cómo ves las cosas ahora?

JJH.-  Ahora hay una dispersión terrible. El espíritu de ahora es la dispersión “cada quien para su santo”. Y además, cada quién para su santo en la ignorancia, porque dicen cada pendejada, que ¡yo no doy crédito!

JQ.-    En los 70´s, Ira Levin escribió un libro que se llama “Los niños de Brasil”, en el que plantea la historia de un proyecto que pretende replicar todos los elementos que vivió Hitler de niño para poderlo recrear. Suponiendo que tú pudieras hacer algo para replicar a Alaín Pinzón, ¿qué harías?

JJH.-  Nada. Ni siquiera me lo planteo. Esas son fantasías jurásicas.

JQ.-    ¿Qué haríamos para replicar…?

JJH.-  ¡Nada! ¡Olvídate! ¡Qué cosa tan absurda! ¡Qué falta de sentido! ¿Cuál es el sentido?

JQ.-    Replicar militantes-activistas.

JJH.-  ¡Perdóname! Pero esto parece teoría de la conspiración. Es ocioso. ¡No pierdas tu tiempo en ese tipo de disquisiciones!

JQ.-    Ok. Cambiemos entonces la formulación: ¿Qué podemos hacer para que haya personas que manejen ambas cosas hoy? La militancia y el activismo en pro de nuestros temas.

JJH.-  Había un programa que se llamaba “El premio de los 64 mil pesos”, y esta es la pregunta de los 64 mil pesos.

JQ.-    ¿Qué tendría yo que hacer aquí en Querétaro, para promover interés en los jóvenes? Para comenzar por el activismo, que se hagan acciones en favor de algo.

JJH.-  Estás teniendo como un anhelo dinosáurico. Ya no puedes reconstruir ese tipo de entornos o de situaciones, de condiciones en las que tú puedes ayudar a generar militancia.

JQ.-    ¿Por qué?

JJH.-  Ya el tiempo es otro totalmente. Ya son 70, 60 años…

JQ.-    ¿Qué se puede hacer?

JJH.-  No sé. Yo no sé qué se puede hacer. Yo veo que hay mucho movimiento en las redes sociales.

JQ.-    ¿Sirve para algo todo eso?

JJH.-  Es tanto, es tanto que te pierdes. Es una sobresaturación de cosas. Yo por eso me pongo a ver series chinas, las telenovelas chinas antiguas, todas truculentas, donde están las mujeres crudelísimas. Yo me escapo. Incluso me escapo de las noticias. Quizás porque ya estoy en la última década, década y media de mi vida, que digo que nada más me voy a dedicar a mí.

 JQ.-   Es lo que dijiste hace rato, en tu conferencia: “Es el momento de compartirlo, es el momento de pasarlo (el conocimiento)”.

JJH.-  A mí ya no me preocupa que haya militantes. Eso que le corresponda a los jóvenes.

MO, otro de mis amigos presentes durante la entrevista: – Si lo que pretendemos es que haya el mismo tipo de activismo, porque lo añoramos, es otra cosa. Pensar que si el contexto es completamente distinto, y el acceso a Derechos es distinto, no le podemos pedir a las personas que están ahora el mismo tipo de activismo, o el mismo compromiso, o que estén igual de emocionados.

JJH.-  O pedirle la misma enjundia, o el mismo fuego.

JQ.-    Es que justo ahí es donde yo digo: ¿Qué puedo yo hacer?

JJH.-  ¿Pero qué chingados quieres hacer? Si no puedes hacer nada, ¿por qué te tienes que angustiar en querer hacer algo que no sabes ni cómo hacer? ¡Dedícate a tu Teatro!

JQ.-    Está bien. Muchas gracias.

Juan Jacobo Hernández y Josué Quino

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