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Día Mundial del Teatro

Las artes escénicas están de fiesta

Con Amor y Agradecimiento al Maestro Tito Vasconcelos

El 27 de Marzo de 1962, por primera vez se celebró el Día Mundial del Teatro, creado por el Instituto Internacional de Teatro (ITI), en el “Teatro de las Naciones”, en París.

Para hacer más inclusivo este día, se decidió invitar cada año a una persona dedicada a las artes escénicas, a nivel profesional y comercial, a que escribiera un texto que llevara un mensaje de amor y paz a todos los teatros, por pequeños que estos fueran, y a todas las personas participantes, desde quienes barren la banqueta de los espacios teatrales, hasta quienes dirigen y producen las puestas en escena, pasando por actores y actrices en formación, con una sola participación o de una larga trayectoria escénica.

Este mensaje, escrito cada año, se traduce a más de 50 idiomas y se comparte ampliamente en teatros, foros, escenarios, escuelas teatrales y medios de comunicación.

En 2006, dos años antes de fallecer, el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, autor de más de 20 obras teatrales, fue el elegido para escribir y difundir el Texto que representaría a México ante la Comunidad Teatral del mundo entero.

En este 2024, el dramaturgo noruego Jon Fosse, quien fuera Premio Nobel de Literatura en 2023, fue elegido para escribir el Texto que hoy se leerá en todo el mundo, y que compartimos con mucho cariño a continuación:

“Cada persona es única y, al mismo tiempo, como todas las demás. La apariencia, se puede ver, es cierto, pero también hay algo dentro de cada persona que le pertenece, que la hace única. Podemos llamarlo alma o espíritu, o bien, podríamos no ponerle palabras, simplemente dejar que este ahí.

Al mismo tiempo que somos diferentes, también somos iguales. Las personas de todo el mundo somos fundamentalmente iguales, sin importar qué lengua hablemos, qué color de piel o de cabello tengamos.

Quizás esto sea una especie de paradoja: que somos completamente iguales y diferentes al mismo tiempo. Tal vez una persona es paradójica en su conexión entre el cuerpo y el espíritu, entre lo terrenal y tangible y lo que trasciende los límites materiales y terrenales.

El arte, el buen arte, consigue a su manera y de forma fabulosa reunir lo absolutamente único con lo universal. Nos permite entender la diferencia entre lo extraño y lo universal. Al hacerlo, el arte trasciende las fronteras de los lenguajes y los límites geográficos. Reúne, no solo las cualidades individuales, sino también las características de un grupo de personas, por ejemplo, las naciones.

El arte no se expresa provocando que todo sea igual, por el contrario, nos muestra nuestras diferencias, aquello que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo extraño, algo que no podemos comprender completamente y que, sin embargo, entendemos de cierto modo. Contiene lo enigmático, algo que nos fascina y por lo tanto nos lleva más allá de nuestros límites y así crea la trascendencia que todo arte debe contener y a la cual conducirnos.

No se me ocurre una mejor manera de unir los opuestos. Es exactamente el enfoque inverso al de los conflictos violentos que vemos a menudo en el mundo, que alimentan la tentación destructiva de aniquilar todo lo extraño, todo lo único y diferente, comúnmente utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Hay terrorismo en este mundo. Hay guerra, puesto que la gente tiene un lado animal que lo lleva a ver lo extraño como una amenaza a su propia existencia, en lugar de ver el fascinante enigma que eso representa.

Y entonces lo único, lo diferente que es universalmente comprensible, desaparece. Dejando atrás una semejanza colectiva donde todo lo diferente es una amenaza que debe ser erradicada. Lo que vemos desde fuera, se ve como desigualdad; por ejemplo, las religiones o ideologías políticas se convierten en algo que debe ser derrotado y destruido.

La guerra es la batalla contra lo que yace en lo mas profundo de cada uno de nosotros: lo único. Y es una batalla contra todo arte, contra la esencia mas íntima de todo arte.

He hablado del arte en general, no del arte teatral en particular, esto se debe a que todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo singular y específico para hacerlo universal. Articula en su expresión artística aquello único con lo universal: no eliminando lo singular, sino enfatizándolo; dejando que lo extraño y lo desconocido brille claramente.

Es tan simple como que la guerra y el arte son opuestos, que la guerra y la paz son opuestos. El arte es paz”.

Algunas personas aseguran que el expresión artística más vieja es la danza, porque nuestros ancestros bailaban en derredor de los alimentos mientras los cocinaban; otros aseguran que es la música que, con instrumentos improvisados, marcaban el ritmo de quienes bailaban; también hay quienes insisten en que antes de tocar y bailar, los hombres que regresaban de cazar a los dinosaurios para comer, y entraban a las cuevas con sus familias, para explicarles lo que habían vivido, y lo que veían, lo plasmaban en las paredes de aquellos sus primeros hogares.

Sin embargo, las y los Teatreros, sabemos que la ejecución de los movimientos que usaron para contarle a su comunidad lo divertido y lo doloroso que vivieron durante las aventuras de cada viaje, sumándole los sonidos vocales/guturales y aquellos que improvisaban sobre su cuerpo y sobre otros artículos, para reforzar lo expresado corporalmente, explicando con mayor amplitud sus emociones, todo eso en conjunto, conformaron las primeras puestas en escena de lo que después llamaríamos Teatro.

El Teatro ha sido utilizado de mil maneras, porque es tan poderosa su fuerza, que conociendo a fondo todas sus posibilidades, se puede utilizar, paralelamente a la acción de divertir, para influir en la realización de acciones positivas.

Un ejemplo de estas acciones positivas que la magia del Teatro es capaz de lograr, es informar sobre ciertos temas de interés para la ciudadanía en general, como lo hace teatro & SIDA, A. C., utilizando desde hace más de 25 años el Teatro como medio de prevención e información sobre VIH y SIDA.

Otro gran ejemplo de la utilización de Teatro en favor de la población, fue en los años 50´s del Siglo XX, cuando se utilizó para campañas de vacunación, de higiene y de alfabetización en toda la República Mexicana.

ESTO ES TEATRO (*)

Un ritual que repetimos
sin hacer ningún reproche
en un mundo que inventamos
cuando comienza la noche.

Una sala que está a oscuras
un escenario desierto
que habitarán mil figuras
que te harán soñar despierto.

Y atrás en los camarines
comienzan a cobrar vida
entre afeites y carmines
los héroes de la partida
que al espejo le piden su opinión
hasta el momento de alzarse el telón.

(*) Extracto de canción de Nacha Guevara

¡FELIZ DÍA DEL TEATRO!

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