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2001

2001 es más que el número de un año ya pasado

2001 es el año en que reiniciamos la vida, al no haberse acabado el mundo en el año 2000.

2001 es el año en el que nace en la Ciudad de México, el joven pintor Abraham Malvaes.

2001 es el nombre de su primera exposición individual en Querétaro.

Abraham Malvaes es un joven acuarelista que inauguró en La Casa del Faldón, su primer exposición de pinturas. Podríamos escribir mucho sobre el joven pintor, pero preferimos que sea el mismo quien nos hable de él mismo.

“Me emocionaba mucho presentar en esta exposición porque, como artista, lo más importante para mi, es que las personas vean el trabajo que realizo, y siento que no es suficiente con publicarlo en una red social. El hecho de qué lo vean las personas que son cercanas a mi, que aprecio y que, lo más importante, es que aprecian el trabajo que realizas.”

“Un día escuché el comentario de “esto lo puedo pintar yo hasta con los ojos cerrados”, debo decir que si me bajó el ánimo, me causó un sentimiento de nostalgia, porque hasta cierto punto creía que a todas las personas les iba a gustar lo que yo pintaba. Ya después, razonando, y pensando las cosas, caigo en qué yo pinto para mí, pinto porque es la forma en la que yo me expreso, es la forma en la que encuentro una salida a todo el montón de emociones que hay en mí, ya sea enojo, tristeza, frustración, alegría, y que en cada pincelada descargo. Ahora bien, también he recibido comentarios muy positivos sobre las cosas que pinto.”

“Es importante que logre transmitirles un sentimiento de alegría, que vivan la obra que sientan los colores, la textura de cada pincelada y que se queden con algo positivo porque quieran o no, al estar aquí hoy, ustedes se llevan una parte de mi como artista, y que espero sea algo positivo.”

“Yo pinto con acuarelas, porque descubrí que es todo un mundo. Las acuarelas no son sólo la pastilla, agua y pincel, sino que existen muchísimas cosas para experimentar, para darte textura a mis sentimientos, a mis emociones, a mis pensamientos, a través de ellas.

El tema principal de mis obras son los corazones. Cuando comencé a pintar, desde siempre me gustó pintar corazones anatómicos, ya después explorando y buscando, encontré los milagritos, los cuales representan para mí una forma de fe, y en el sentido artístico, una artesanía increíble, y el poder adaptarlos a mi estilo y darles una personalidad única.”

Abraham Malvaes, al autor junto a Benjamín Delgado, coordinador de la Marcha de Orgullo y Dignidad LGBT+ de Querétaro.

“Otra de las cosas que me gusta pintar son animales: cebras, jirafas, jaguares, y mis favoritas las ballenas. Al observar la exposición, se darán cuenta de qué todas las ballenas están del color que no deberían de estar, ya que a cada una le di una personalidad propia, una personalidad que refleja mi personalidad, llena de colores excéntricos y saturados, y además no están en el agua como deberían de estar, están en las nubes porque en mi mundo las ballenas viven en las nubes.”

“Y por último, y no menos importante, tenemos a los cactus. La verdad me gusta pintar mucho los cactus porque cuando comenzaba, practicaba con cactus porque me resultaba muy fácil y con el tiempo les fui tomando el gusto hasta poder adaptarlos a mi estilo y a mi mundo. Hay obras que si se ven un poco excéntricas o incluso estrafalarias porque no es algo que estemos acostumbrados a ver, no es el típico cactus en la montaña, o el típico cactus verde o tal vez sí, aunque está en un ecosistema muy diferente al que debería de estar.”

“En varias ocasiones, tal vez en forma de broma, me han preguntado el significado de alguna de mis obras, yo, en lo particular, al momento de pintar, no le doy un significado específico; si bien es cierto, que cuando pintamos estamos viviendo un momento, pero me refiero a que atravesamos tal vez, una situación de tristeza, de alegría, de felicidad, y es ahí cuando inconscientemente utilizo los colores, aunque no me doy cuenta, es ahí cuando, como artistas no le damos un significado específico a la obra.”

“Yo pinto lo que pinto, porque así lo imagino, y en el proceso se vive un frenesí de emociones; errores que no son errores, porque se convierten en manchas que le dan vida a la obra, y con esto no sólo se pinta por pintar.”

Abraham Malvaes desnuda sus sentimientos, desnuda su esencia, se vuelve vulnerable ante los ojos de quien aprecie su obra hasta el 31 de octubre, de lunes a viernes, de 11 am a 7 pm en La Casa del Faldón.

https://maps.app.goo.gl/icMPyZ4jfFma2SKc7

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