El domingo 23 de julio, asegurando haber recibido una denuncia ciudadana, la policía irrumpió en un evento privado y detuvo a 33 personas por organizar una fiesta sexual en un sauna, en el Estado de Carabobo, al sur de Valencia, Venezuela.
Fueron acusados por “ultraje al pudor”, “agavillamiento” (en México es algo así como “asociación delictuosa” o “delincuencia organizada”) y “contaminación sonora”. Los familiares de la mayoría de ellos, acompañados de activistas LGBT+, se reunieron afuera del Palacio de Justicia de Carabobo, para manifestarse y denunciar la violación de sus Derechos Humanos.
Cuando la policía llegó, preguntó: –“¿Qué tipo de local es este?”. El encargado respondió: -“Es un spa de ambiente”. –“¿Qué es eso de un spa de ambiente?” -“Solamente entran al local homosexuales”. La policía exigió los permisos del local, y mientras el encargado los buscaba, preguntó: -“¿Qué pasó, oficial? ¿Por qué es todo esto? Obteniendo como respuesta: -“Recibimos una denuncia anónima de los vecinos, por contaminación sónica”.
Ese local no tiene casas alrededor, ni de un lado ni del otro. A la derecha hay un local abandonado, y a la izquierda están los locales que trabajan en la mañana, y el spa abre después del mediodía.
El policía ahora pregunta:-“¿Qué tan frecuentemente vienen estas personas, y cuánto dinero hacen ustedes? ¿Sabe que esto es una actividad ilegal? En este local hay muchos hombres, y nada de pudor. Todos bajaron en toallas”. El encargado explica que: -“ Arriba hay un sauna, y la gente no puede entrar ahí con ropa”. A lo que el policía responde de inmediato: -“¡Eso debe ser porque están haciendo una orgía!”
Sin ningún miramiento la policía venezolana mostró públicamente sus rostros, sus documentos y sus pertenencias, vulnerando así la integridad y dignidad de los detenidos, al declarar ante los medios de comunicación: -“Los caballeros al ser detenidos, estaban bajo efectos del alcohol, sin prendas de vestir, además de encontrar en sus teléfonos celulares videos de contenido sexual que, al parecer serían comercializados posteriormente”.
Esos documentos llegaron a las manos de un “periodista”, quien publicó las fotos con sus nombres, y para vender la nota agregó que había una fiesta gay, una orgía, drogas, condones usados y una persona con VIH. A partir de ese momento la situación se hace viral.
Durante el tiempo que estuvieron detenidos, ninguno pudo recibir artículos de higiene personal o alimentos. Lo peor fue cuando los familiares denunciaron que algunos tienen enfermedades como diabetes, gastritis y asma, y que no habían permitido entregarles sus medicamentos. También denunciaron que algunos funcionarios de la policía de Carabobo, intentaron extorsionarlos.
Un familiar comentó que a los 33 hombres los mantuvieron arrestados en una habitación apartada y no en una celda común. Solo les daban alimentos y agua y les repetían: -“Vean cómo los estamos tratando. No vaya a ser que ustedes salgan de aquí y nuestros jefes nos traten mal a nosotros… Nosotros los tenemos aquí, bien tratados, apartados y custodiados”.
Durante la detención, arrestaron a hombres cuyos familiares desconocían su orientación sexual y algunos de ellos estaban casados.
“Esto es un tema de discriminación sexual en contra de la población LGBT+. Las orgías en Venezuela no están tipificadas como delitos porque es un tema de libertad sexual. La única limitación es que el acto no intervenga o afecte a terceros. Entonces, en un sitio privado, donde había un grupo de hombres, todos mayores de edad, teniendo relaciones sexuales consensuadas, no tenía porque irrumpir la autoridad ni llevárselos detenidos”, declaró la abogada, Yelitz Vívenes.
Daniel Picado, activista director de @tupaisplural alertó: -“Esto puede ser el inicio de la criminalización hacia personas LGBTIQ+ en Venezuela”.
Tres días después, el 26 de julio, gracias a la enorme presión ejercida por familiares y activistas LGBT+ de todo el mundo, 30 de los detenidos fueron liberados con la condición de que se presentarían a firmar los próximos seis meses. Los tres restantes, el encargado y los dos masajistas, aún se mantienen bajo arresto.
Al respecto, el Observatorio Venezolano de Violencia LGBTIQ+, en su más reciente informe, reportó 60 casos de agresiones hacia esta comunidad en el territorio nacional durante el primer cuatrimestre del 2023.
