Impacto de los cambios a esta Ley en la Comunidad LGBT
La reciente aprobación de la reforma a la Ley de Amparo, por parte del Senado de México, ha generado preocupación en diversos sectores, incluida nuestra Comunidad LGBT+, ya que, las implicaciones de esta reforma, podrían poner en riesgo la protección de nuestros Derechos por los que hemos enfrentado desafíos históricos, para su reconocimiento y protección.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha jugado un papel crucial en algunos procesos, como por ejemplo, declarando inconstitucionales los códigos civiles de los diferentes Estados, los cuales impedían los matrimonios de personas del mismo sexo, gracias a lo cual hoy son legales en toda la República Mexicana. Sin embargo, la reciente reforma a la Ley de Amparo aprobada por el Senado podría representar un retroceso en estos avances.
Con 69 votos a favor y 42 en contra, el Senado de la República aprobó cambios que impiden que jueces y ministros de la SCJN emitan suspensiones con efectos generales. Esto significa que no se podrá suspender la aplicación de leyes o normas en un juicio de amparo, lo cual nos afectaría directamente, como comunidad LGBT+, ya que en muchos casos, ha sido a través de Amparos que hemos podido acceder a Derechos fundamentales como el matrimonio igualitario.
La oposición ha señalado que la reforma afectará Derechos Humanos y el trabajo de Colectivos que atienden esos temas, además de que el procedimiento legislativo utilizado, para su aprobación fue inconstitucional por ser una aprobación fast track (al vapor), sin un amplio debate,
Además, se teme que la reforma limite la capacidad de los jueces para proteger los Derechos de las minorías y grupos vulnerables, como la comunidad LGBT, al restringir su facultad de suspender leyes que puedan ser consideradas inconstitucionales o discriminatorias.
En mi caso particular, tengo que aceptar que me preocupa sobremanera, ya que hace tres años, aproximadamente, debido al desabasto generalizado en toda la República Mexicana de medicamentos, en el IMSS no me proporcionaron durante más de dos meses mis antirretrovirales.
Durante 75 días, los empleados de la farmacia del IMSS me decían el viernes, que fuera el lunes, y el lunes me decían que volviera el viernes, y así durante más de 10 semanas.
Y así surgieron dos grandes problemas, el primero de ellos era que el presidente en sus mañanera negaba absolutamente que hubiera desabasto y el segundo problema era que, la red de amigos que viven con VIH o SIDA, en Querétaro, que me estaban prestando pastillas, ya se les estaban acabando también a ellos.
En la segunda semana del tercer mes que me los negaran, la licenciada Andrea Rocha, me ofreció que, sin cobrarme un solo peso, me sumaría a un amparo colectivo para que el Estado nos brindara los medicamentos lo más pronto posible, junto con otros compañeros en diferentes Estados. Por supuesto que acepté. Ese mismo día le envié mis documentos y así fue como mágicamente, en 48 horas, aparecieron mis medicamentos en la farmacia del IMSS, por orden de un juez. (*)
De no haber existido la figura legal del Amparo, docenas de personas estaríamos muertas hoy, solo por una necedad, un capricho más, otro berrinche.
¿Qué va a ocurrir ahora, si nos han arrancado, como ciudadanía, la posibilidad de defendernos legalmente?
En resumen, la reforma a la Ley de Amparo podría perjudicar a la Comunidad LGBT+ al limitarnos las herramientas legales disponibles para la defensa de nuestros Derechos, lo que representa un desafío significativo en nuestra lucha por la igualdad y la no discriminación.
Espero que con esta nota nos sea más fácil comprender la actual situación, que el gobierno obradorista está imponiendo, y sus posibles repercusiones dentro de nuestra Comunidad LGBT+, nuestras familias y nuestros seres queridos.
