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Editorial Febrero

La muerte siempre está presente en nuestras vidas.

Desde el momento de nacer, lo único seguro que tenemos es la muerte.

Desde que tenemos conciencia ella está rondando nuestras vidas.

A veces la sabemos cerca de nuestras vidas, a través de nuestros familiares y seres queridos.

A veces, la vislumbramos a la lejanía, con noticias de accidentes, enfermedades o guerras.

Por ello, cuando comenzamos a tener conciencia de nuestro existir, comprendemos que las personas debemos de morir, en algún momento, bajo alguna circunstancia, ya sea por enfermedad o por accidente.

Por enfermedad o por accidente, pero ¡nunca por un asesinato!, y menos aún, cuando ese asesinato es perpetrado por hombres contra las mujeres.

Y cuando escribo “mujeres”, me refiero a TODAS las mujeres, porque, quizá tenemos que repetirlo: las Mujeres Trans, ¡también son mujeres!

Esos asesinatos motivados por los discursos de odio, son los más dolorosos y los menos comprendidos, ya que en algunos lugares nos quieren hacer creer que, cuando asesinan a una Mujer Trans, no están matando a una persona, porque le hacen un bien a la sociedad.

Una Mujer Trans, es una Mujer, y antes de ello, es un Ser Humano como cualquier otro, la cual se inscribe en alguno o varios de estos estadios: hermana, hija, sobrina, amiga, compañera, vecina… Independientemente de su trabajo manifiesto en el rol social.

La terrible cantidad de asesinatos de Mujeres Trans pertenecientes a nuestra Comunidad LGBT+ en el primer mes de 2024, han multiplicado las banderas rojas que no podemos dejar de ver, y de mostrar.

México ocupa el 2º lugar a nivel mundial de Transfeminicidios, después de Brasil, y antes que Estados Unidos de Norteamérica, y si la ciudadanía no realizamos acciones para poner un alto, para el fin de este sexenio, podríamos estar estrenando un nuevo 1er. lugar.

Acompañemos a las Mujeres Trans en sus luchas desde nuestras trincheras, charlando con ellas, acompañándolas en sus mítines, haciendo vallas de protección en sus marchas, pero más que nada, creyendo en lo mismo que ellas: que también son Mujeres.

¡No dejemos solas a nuestras Hermanas Trans!

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