Día Internacional de la Mujer
El 8M es el Día de las Mujeres.
Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer.
Es el día en que los hombres debemos abrirles las puertas para que salgan de sus casas con alegría a tomar las calles, porque en las calles se van a encontrar con sus amigas, y con otras muchas desconocidas, que terminarán siendo sus nuevas amigas.
Los hombres debemos respetar, guardar silencio y esperarlas en casa, para que después de Su Marcha, las abracemos, las escuchemos, les preparemos algo para que coman y beban con tranquilidad, y después se vayan a descansar.
Si, exactamente lo mismo que ellas han hecho, hacen y seguramente continuarán haciendo para nosotros cada día que nos vamos a trabajar, a estudiar o a estar con nuestros amigos. Algunas de ellas lo hacen durante 364 días.
Cada año, son más y más mujeres las que marchan para sentirse acompañadas, para recordarse a si mismas que no están solas, para decirles al mundo: “Las Mujeres estamos aquí, y vamos a seguir estándolo, creciendo y siendo más y más fuertes, le pese a quien le pese, vistiendo ropa morada y portando prendas de ese mismo color. Algunas incluimos el pañuelo verde”.
El 25 de marzo de 1911, se produjo un terrible incendio dentro la fábrica textil “Triangle Shirtwaist”, en Nueva York, en donde quedaron atrapadas cientos de mujeres.
146 de ellas fallecieron por los derrumbes internos de la fábrica, porque el fuego las calcinó, porque el humo no las dejó respirar, porque las asfixió…
Se dice que uno de los componentes químicos con los que teñían las telas de color morado, fue lo que causo el incendio. Por ello la columna de humo, de la fábrica que se quemaba, y que se veía a kilómetros de distancia, era de color morado.
Este es el motivo por lo que las mujeres portan orgullosamente ese color.
Algunas personas aseguran que la celebración del 8 de marzo se debe a que en 1914, en Londres, hubo una marcha de mujeres exigiendo el sufragio femenino, donde fue detenida, por este motivo al haber sido la convocante, la activista Sylvia Pankhurst.
Posteriormente hubo otro 8 de marzo, el cual está relacionado directamente con los movimientos feministas de la Revolución Rusa de 1917.
Pero permítanos contarles que antes de esos dos 8 de marzo, a mediados del siglo XIX, en plena revolución industrial, hubo otro 8 de marzo, este fue en 1857, cuando más de 15 trabajadoras textiles se atrevieron a salir a las calles de Nueva York para protestar por las terribles condiciones laborales en las que los empresarios las tenían a ellas, y a sus hijas e hijos.
Exigían recorte del horario laboral, que entonces era de 12 horas continúas; que se pusiera fin al trabajo infantil, ya que, si ellas enfermaban por la brutal carga de trabajo, en las y los niños se multiplicaba, además de que las y los pequeños eras más propensos a enfermar, y sin atención médica, ni medicamentos y alimentos, las y los pequeños fallecían por docenas.
En esta toma de las calles, ellas marcharon con el lema “Pan y rosas”, con lo que dejaron muy claro a la sociedad y a los patrones, que una cosa, no eliminaba a la otra.
1975 fue declarado el Año Internacional de la Mujer, y a partir de ese año, las Naciones Unidas empiezan a conmemorar el Día Internacional de la Mujer cada 8 de marzo.
En México se realizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, entre junio y julio de 1975.
En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas formalizó oficialmente este día, a pesar de que la primera celebración se llevó a cabo el 28 de febrero de 1909, cuando el Partido Socialista de América designó ese día en recuerdo de la huelga de trabajadoras del sector textil en Nueva York.
A lo largo de los años, poco a poco, más y más mujeres se han ido integrando a estas Marchas. También este ¡ES SU DÍA!
Es por ello que organizaciones internacionales, empresas privadas e instituciones gubernamentales, han permitido que las mujeres que trabajan para ellas falten este día, ya sea que participen o no, en alguna Marcha.
ONU Mujeres ha señalado las áreas que necesitan una acción conjunta para garantizar que las mujeres no se queden atrás:
“La igualdad de género sigue siendo el mayor reto en materia de derechos humanos. Invertir en las mujeres es un imperativo de derechos humanos y la piedra angular para construir sociedades inclusivas. El progreso de las mujeres nos beneficia a todos”.
Mujeres pequeñas, altas, bajas, jóvenes, adultas, maduras, de la 3ª edad, trans, morenas, güeras, blancas, negras, viviendo con VIH o cualquier otra condición de salud, o totalmente sanas, biseuxal, con hijas, hijes o hijos, nietas, nietes y nietos, con sobrinitas y sobrinitos, delgadas, robustas o músculos, buga, con el cabello corto, largo, pintado, sin pintar, maquilladas y sin maquillaje, o solo con un poquito de rouge, por aquí o por acá, lesbiana, con la primaria trunca o terminada, al igual que los demás estudios, trabajen en casa o fuera, o no trabajen, o como jugábamos en la primaria contando los botones de la ropa: niña, bonita, soltera, casada, viuda, enamorada, vieja, achicharrada, y con todísimos los demás ejemplos que nos falten:
¡salgan a marchar y disfruten su día!
